La educación del hoy, el fin del mañana

“Tuve que abandonar los estudios a una edad temprana”. Historias como la de Carlos Rodríguez se pueden encontrar en numerosas ocasiones en España. Muchas veces, debido al nivel de la renta en las familias y a otros factores, los hijos abandonan pronto los estudios para poder aportar a la unidad económica familiar, aunque el deseo de los jóvenes fuera seguir estudiando. 

«De pequeño no lo teníamos fácil y tuve que empezar a trabajar a una edad muy temprana”, afirma. “Gracias a dios hoy, a mis 24 años, puedo retomar mis estudios. Cuando acabe el grado que pretendo empezar el año que viene estoy seguro de que mi futuro va a mejorar considerablemente”, dice Rodríguez.

Estos casos pueden verse cada día en nuestro país. Pero ¿por qué sucede esto? ¿qué consecuencias tiene? El doctor Raghuram G. Rajan, ex gobernador del Reserve Bank of India y profesor distinguido de la Universidad de Chicago, expone en su libro ‘Fault Lines’ varias de las causas e indicadores previos a la crisis financiera de 2007-2008. En él afirma que el decreciente nivel educativo y la creciente demanda de conocimiento en las empresas en Estados Unidos “están generando una desigualdad oculta”.

Rajan habla de la posible existencia de un “límite de la capacidad de absorción educacional de los países”, es decir, la falta de disposición para estudiar un máster o llegar a un doctorado. Como consecuencia, dice que aquellas personas no dispuestas a educarse a muy alto nivel “acabarán pudiendo únicamente escoger trabajos poco cualificados” para los cuales la «oferta aumenta» y por ende «el salario disminuye». Asimismo, dice que, con la agilización de las innovaciones tecnológicas, “la demanda de capital humano será cada vez mayor” y que esto, junto al “decreciente nivel educativo de los estadounidenses”, provocaría un “aumento del salario en aquellos trabajos con una alta demanda de conocimientos y habilidades”.

Si la hipótesis planteada por el doctor Rajan es cierta, la diferencia de ingresos por nivel educativo se amplía, y, como consecuencia, la clase media puede resultar herida con el paso del tiempo. ¿Será capaz de sobrevivir la clase media al cambio educativo y social?

¿CÓMO DE EDUCADA ESTÁ ESPAÑA?

La educación en España es uno de los temas más controversiales en el ambiente socio económico y político del país. Año tras año, la sección económica de los medios de comunicación destaca titulares, como ‘El gasto por estudiante en España es un 14% menor que la media de la Unión Europea’, de nuevatribuna.es o ‘España es el sexto país de la UE con el menor gasto público para educación’, de el Economista.es, analizando el presupuesto destinado a la educación por parte del Gobierno de España. Según los datos del Banco Mundial, el gasto en educación, como el porcentaje del PIB en España, ha estado por debajo de la media europea de aquellos países, como Suecia o Finlandia, conocidos por haber diseñado los sistemas educativos más eficientes y de más calidad del mundo.

Los economistas Assaf Razin y Efrain Sadka, en su artículo ‘Estado de bienestar, desigualdad y globalización: papel de la dirección del flujo de capital internacional’, aseguran que, debido a la globalización, “la sincronización de los ciclos económicos ha sido muy fuerte”. Comparan la tasa de interés real ajustada a la tasa de cambio de varios países, llegando así a la conclusión que, desde finales de la década de los 90 y principios del 2000, esta tasa “converge alrededor del mismo valor para la mayoría de los países”. Todo esto, aseguran, debido a la creación de colectivos como la Unión Europea y la globalización financiera de los países.

Siguiendo los datos del Banco Mundial, España en la década de los 80, es decir, al comienzo de su apertura económica y social al entorno europeo, tenía una inversión en educación muy por debajo de la media.

Sin embargo, como exponen Razin y Sadka, con el paso de los años, la creación de la Unión Europea, una unidad monetaria común, reducción de políticas arancelarias y, la evolución de la globalización social política y económica, “la inversión educativa en este país ha ido aumentando hasta que se encuentra hoy en día a nivel de la media europea”.

A menudo estos datos se utilizan como justificación del avance y la mejora cualitativa del sistema educativo español, pero ¿es realmente así? ¿es el gasto en educación, medido en porcentaje del PIB, un buen indicador de la calidad educativa? Los indicadores medidos sobre el PIB nacional suelen ser, según David Arostegui, economista investigador en el Centro Navarro de Desarrollo Internacional de la Universidad de Navarra, “un arma de doble filo”.

“Arrojan datos y conclusiones importantes, pero no pueden ser usados como barra de medir”, dice. La comparación del gasto en porcentaje PIB total de los países “tiene lagunas fundamentales, las cuales son esenciales a la hora de realizar la comparación”, asegura. A su vez, dice que “estos tipos de indicadores no tienen en cuenta el tamaño poblacional de los países ni el valor absoluto del PIB nacional, haciendo que el contraste entre dos países sea inexacto y en ocasiones erróneo”.

Debido al continuo crecimiento, desde la década de los 80 hasta el 2008, el gasto en educación como porcentaje del PIB total, los resultados en las pruebas PISA en España deberían ir al alza. Sin embargo, en el año 2004, se produce un derrumbamiento en el resultado en todas las materias de la prueba PISA en España seguido de un continuo incremento de la inversión educativa. El indicador medido sobre el PIB total no es capaz de profundizar en la raíz del problema ni explicar los cambios en la educación española.

Según el Banco Mundial, la evolución del gasto por alumno sobre el PIB per cápita (GPA) en España por nivel educativo sigue un patrón más o menos similar.

A partir del año 2000, el incremento del GPA es muy acentuado, pero, como consecuencia de la crisis financiera, en el año 2008, se observa un decrecimiento drástico. En cuanto a la educación terciaria, España está a la par de la media europea. Sin embargo, para la secundaria y la primaria está aún por debajo. El economista Arostegui achaca este hecho a “los incentivos de los políticos. Asimismo, expone que una legislatura dura cuatro años, período en el cual “los dirigentes de un país deben demostrar con hechos que son merecedores del voto de los ciudadanos para una segunda”. La inversión en primaria y secundaria “requiere de mucho tiempo” para poder conocer su retorno, en concreto “tanto como necesiten los estudiantes para asentarse en el mercado laboral, unos 10 o 20 años” y, por ello, “los gobiernos no tienen incentivos monetarios en su inversión.”

Esta reducción en el GPA no solo es sufrida por los alumnos, sino también por los docentes. Mikel Frommknecht, maestro especialista en Pedagogía Terapéutica para el Gobierno de Navarra, asegura que “desde la crisis se ha notado un bajón enorme” y que “los presupuestos son más bajos”, generando esto una situación “incomprensible”.

“Si el futuro crecimiento de un país se fundamenta en la educación de los jóvenes, no se puede intentar salir de una crisis recortando en educación, ya que sales de ella para provocar otra”, afirma el pedagogo. Frommknecht hace referencia a que parece que “solo importa la formación de alto nivel” y cree que esto es un “grave error de cara al futuro” ya que genera “desigualdad, pobreza y empeoramiento de la vida de las personas”. Hace hincapié en que “la educación primaria suele descuidarse mucho en este ámbito”, algo que considera “esencial”.

SIN MOVILIDAD, ¿SIN FUTURO?

El nivel de educación alcanzado por los padres influye en el de los hijos como una carga de la que resulta casi imposible librarse. Según Ángel Gurría, presidente de la OCDE, esto es “una trampa intergeneracional que genera altos niveles de desigualdad en el país”.

Alcance educacional (% del total)

Si atendemos a los datos disponibles por la OCDE para los 17 principales países europeos, España se encuentra entre los países con peor movilidad intergeneracional dentro de este organismo. El porcentaje de personas que no superan estudios de secundaria superior cuando sus padres tampoco lo han hecho es casi un 20 % mayor en España que en la media de la OCDE.

Por otro lado, el porcentaje de personas que alcanzan la educación terciaria sea cual sea el nivel educativo de sus padres es mayor en España, aunque se reducen las oportunidades de alcanzar mayor nivel educacional en aquellos hogares en los que los padres no lo hayan alcanzado.

ASIMETRÍA REGIONAL EN LA EDUCACIÓN

Según los datos de la Fundación BBVA, se puede observar un indicio de correlación entre el GPA y la tasa de abandono educativo temprano. Las Comunidades Autónomas con un mayor GPA suelen presentar una menor tasa de abandono educativo temprano, aunque, según BBVA, Madrid, Extremadura y Valencia son algunos de los casos en los que esta relación no se cumple.

DESIGUALDAD Y AUTOPSIA A LA CLASE MEDIA

¿Cómo el problema educativo en España puede afectar a la desigualdad? ¿Cómo se mide la desigualdad? La desigualdad es algo muy fácil de entender de manera intuitiva pero muy difícil de expresar matemáticamente. Para dar respuesta a estas preguntas, tenemos que centrarnos en el Coeficiente de Gini, un índice que va de 0 a 100 y que evalúa las desigualdades de los ingresos. Cuanto más alto es, mayores son las desigualdades.

De acuerdo con los datos del Banco Mundial, el Coeficiente de Gini en España tiene una tendencia ascendente desde el año 2003, es decir, un mayor porcentaje de la renta total en España está siendo acumulado por una cantidad menor de población y, como consecuencia, aumenta la desigualdad. El Coeficiente de Gini del país alcanza hoy un 0,346, un 17% superior al promedio europeo.

Tras el descenso del GPA después de la crisis, el incremento de la desigualdad se acentúa. El menor gasto en educación puede llegar a ser uno de los factores que ha contribuido al incremento en la desigualdad, el cual ha supuesto una distribución de la renta no equitativa en España.

El incremento de la desigualdad en España supone una peor distribución de la renta, pero ¿qué segmento de la población está sufriendo más esta desigualdad? ¿Será la clase media paciente de gran parte del incremento de la desigualdad en España?

La brecha de la renta a lo largo de los años aporta luz al asunto. Variando los porcentajes poblacionales y comparándolos, se puede obtener mucha información acerca de la desigualdad y la clase media en España.

En el año del comienzo de la crisis el crecimiento del GPA en España se frena y, por tanto, se debe analizar la evolución de la brecha de la renta en conjunto a la evolución del GPA. Entre el año 2000 y 2008 la primera disminuyó al 10% y al 20%, sin embargo, aumentó en un 2,4% al 50%. Esto significa que, el aumento en desigualdad fue absorbido por la diferencia entre el 30% menos pobre y el 30% menos rico, es decir, la clase media.

Según Rajan, la desigualdad aumenta debido a que, como consecuencia de la globalización, “los avances tecnológicos en los países desarrollados ocurren de una manera muy sincronizada a la creciente demanda de conocimiento y educación” en dichos países y al “bajo nivel de gasto educativo en España”. Asimismo, asegura que al haber una «menor oferta de trabajo que satisfaga las demandas educativas de las empresas, el salario de aquellos trabajadores que sí que lleguen al nivel incrementará mucho en comparación con los que no lo logren».

En el segundo período, 2009 – 2016, se observa una disminución del GPA en España. Según la brecha de la renta, al 10% esta incrementa un 1,2%, al 20% incrementa un 2% y al 50% incrementa un 2,9%. Esto es posible ya que el retorno de la educación tarda años en producirse, es decir, las ganancias que resultan del incremento del GPA en el primer período, se observan en este segundo.

Los resultados muestran el efecto positivo que tiene el aumento del gasto en educación en la desigualdad de la clase media.

Analizando el transcurso entre el 2000 y el 2016, de acuerdo con los datos del Banco Mundial, el GPA no incrementa comparando el comienzo y el final del período, y en el caso concreto de la educación secundaria incluso es menor.

Si se estudia el cambio de la brecha de la renta en este período, ésta crece un 0,9% al 10%, un 1,5% al 20% y un 5,3% al 50%. La desigualdad dentro de la clase media en 2016 es un 3,8% mayor que en el año 2000.

Según los datos analizados en cada período, la mejoría que supone una mayor inversión en educación no es suficiente para contrarrestar el daño causado por la baja inversión. David Arostegui asegura que “la desigualdad económica es un tema muy complicado que ha sido estudiado en la literatura económica y que genera un gran debate”.

El economista hace referencia a Amartya Sen, investigador económico, del cual quiere destacar su teoría del desarrollo como libertad hablando de las oportunidades sociales. “Si no hay un acceso a la educación, disminuyen las oportunidades, y, por tanto, la libertad”, afirma. Además, según Aróstegui, “todo esto genera un desbalance social que afecta, sobre todo, a la clase media, fraccionándola y aumentando la distancia entre la parte alta y la baja”.

“En uno de nuestros recientes estudios para el Banco Mundial ha quedado claro que en España se puede observar un problema socio económico en el cual la educación puede ser una de las claves”, ha concluido.

¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DEL FUTURO?

La creciente demanda de conocimientos y el decreciente nivel educativo generan desigualdad en la sociedad, y en gran medida afecta a la clase media. Educarse destaca como uno de los trenes hacia una mejor vida. Carlos Rodríguez, así lo piensa, y por ello, el año que viene retomará sus estudios. Pero, con lo que hemos visto a lo largo del reportaje, ¿puede esperar una vida mejor?

Como se ve en la gráfica, la diferencia de los ingresos por nivel de educación es sustancial. Tras terminar sus estudios, Carlos puede esperar un aumento de su renta de casi el doble. Sin embargo, hay muchas personas aún sin educación, y que al contrario que él, no tienen la oportunidad de educarse manteniéndose así estancados con un bajo nivel salarial y bajas oportunidades, no solo para ellos, sino para futuras generaciones. Ya expuestos los problemas que enfrenta la sociedad a nivel educativo, social y económico, formalmente os doy la bienvenida al comienzo del fin de la clase media.

Irene Iriarte

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